En el contexto de la redacción y la escritura periodística, el concepta de persona en un artículo puede referirse a quién narra o expone la información. Este rol es fundamental para determinar el tono, la proximidad con el lector y la objetividad del texto. En este artículo exploraremos en profundidad qué significa que una persona en un artículo, cómo se aplica en distintos tipos de escritura y por qué es clave para la claridad y el propósito comunicativo.
¿Qué es la persona en un artículo?
La persona en un artículo se refiere a la forma en que el autor se expresa o cómo se presenta la información al lector. Existen tres personas gramaticales: primera, segunda y tercera. En la redacción de artículos, la persona que se elige tiene un impacto directo en la percepción del contenido. Por ejemplo, un artículo escrito en primera persona puede transmitir una visión subjetiva o personal, mientras que uno en tercera persona tiende a ser más objetivo y distante.
La persona no solo influye en el estilo, sino también en la intención del autor. Un periodista, al escribir un artículo informativo, generalmente opta por la tercera persona para mantener la neutralidad. Por otro lado, en artículos de opinión o columnas, es común encontrar la primera persona, ya que el autor expresa su punto de vista de forma directa.
Además, la persona también puede afectar la relación con el lector. Un texto en segunda persona, aunque menos común en artículos, puede hacer que el lector se sienta parte del discurso, lo cual puede ser útil en textos motivacionales o de autoayuda.
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La importancia de elegir la persona adecuada en la redacción de artículos
La elección de la persona en un artículo no es casual; es una decisión deliberada que debe alinearse con el propósito del texto. En la escritura periodística, por ejemplo, se prefiere la tercera persona para mantener una postura objetiva y profesional. Esto permite que el contenido se centre en los hechos, en lugar de en la opinión personal del autor.
Por otro lado, en artículos de opinión o en ensayos, la primera persona puede ser una herramienta poderosa. Permite al autor mostrar su perspectiva, sus experiencias o sus reflexiones, lo cual puede enriquecer el contenido y generar una conexión emocional con el lector. Aunque esto puede ser beneficioso, también exige una mayor responsabilidad del autor, ya que su subjetividad puede influir en la percepción del tema.
Es importante tener en cuenta que, en ciertos contextos como el periodismo científico o técnico, incluso en la tercera persona se evita el uso de pronombres como el autor o nosotros, para reforzar la imparcialidad y la objetividad del texto. Esta elección refuerza la credibilidad del artículo y minimiza la posibilidad de sesgos interpretativos.
Errores comunes al elegir la persona en un artículo
Uno de los errores más frecuentes es la falta de coherencia en el uso de la persona. Por ejemplo, un autor puede comenzar un artículo en primera persona, pero luego cambiar a tercera sin una transición justificada. Esto puede desconcertar al lector y debilitar la cohesión del texto.
Otro error es el uso incorrecto de la segunda persona, que, aunque puede ser efectiva en guías o manuales, puede sonar incómoda o forzada en artículos informativos o académicos. El uso de la segunda persona implica una relación directa con el lector, lo cual puede no ser adecuado en todos los contextos.
También es común encontrar artículos donde se mezclan las personas de manera inapropiada, lo que genera confusión. Por ejemplo, al alternar entre primera y tercera persona en un mismo párrafo sin motivo claro. Para evitar estos errores, es fundamental planificar la estructura del artículo y elegir una persona que se mantenga constante a lo largo del texto.
Ejemplos de uso de la persona en diferentes tipos de artículos
En un artículo informativo, el uso de la tercera persona es lo más común. Por ejemplo:
>La investigación reveló que el 75% de los usuarios prefiere leer artículos en tercera persona, ya que perciben el contenido como más imparcial.
En cambio, en un artículo de opinión, es habitual ver el uso de la primera persona:
>Desde mi experiencia como escritor, he notado que los lectores valoran más los artículos en los que el autor muestra su perspectiva personal.
Por otro lado, en textos instructivos o de autoayuda, se puede encontrar la segunda persona:
>Tú puedes lograr tus metas si te comprometes con dedicación y constancia.
Cada ejemplo muestra cómo la elección de la persona influye en el tono, la intención y la recepción del lector. Además, estas variaciones permiten que los autores adapten su lenguaje a las necesidades específicas de su audiencia.
La persona como herramienta narrativa en la redacción
La persona no solo es un aspecto gramatical, sino también una herramienta narrativa poderosa. En artículos, el uso de la primera persona puede servir para construir una conexión emocional con el lector, mientras que la tercera persona permite una narrativa más objetiva y distante.
En textos periodísticos, la tercera persona es fundamental para mantener la credibilidad del contenido. Por ejemplo, al reportar un hecho, es esencial presentar la información sin incluir opiniones personales. Esto refuerza la idea de que el artículo se basa en hechos verificables, no en percepciones subjetivas.
En contraste, en artículos creativos o literarios, el uso de la primera persona puede enriquecer la narrativa al mostrar los pensamientos y sentimientos del narrador. Esto puede resultar especialmente efectivo en columnas de opinión o en ensayos reflexivos.
Por último, la segunda persona, aunque menos común, puede ser útil para involucrar directamente al lector, lo cual puede ser efectivo en textos motivacionales o de autoayuda.
Recopilación de artículos según el uso de la persona
A continuación, presentamos una recopilación de ejemplos de artículos según el uso de la persona:
- Artículo informativo (tercera persona):
>El estudio, publicado en la revista Nature, reveló que el cambio climático está acelerando el deshielo de los glaciares.
- Artículo de opinión (primera persona):
>Desde mi punto de vista, es fundamental que las instituciones educativas se adapten a las nuevas tecnologías.
- Artículo instructivo (segunda persona):
>Tú puedes aprender a escribir artículos efectivos si sigues estos pasos.
- Artículo literario (primera persona):
>Recuerdo aquel día como si fuera ayer, cuando caminaba por primera vez por aquella ciudad.
- Artículo científico (tercera persona):
>Los resultados del experimento mostraron una correlación positiva entre el uso de ciertos medicamentos y la reducción de síntomas.
Cada uno de estos ejemplos ilustra cómo la elección de la persona puede variar según el propósito del artículo y el estilo de escritura.
La elección de la persona y su impacto en la audiencia
La persona que se elige en un artículo no solo define el estilo, sino también la relación con la audiencia. Un texto escrito en primera persona puede generar una sensación de cercanía y confianza, ya que el lector percibe que el autor está compartiendo su experiencia o conocimiento directamente con él.
Por otro lado, un texto en tercera persona puede parecer más autoritativo y profesional, lo cual es ideal para artículos científicos, académicos o informativos. Este tipo de texto no se centra en el autor, sino en los datos, hechos o argumentos presentados.
En el caso de la segunda persona, aunque es menos común en artículos, puede ser efectiva para guías, manuales o textos motivacionales. Este enfoque hace que el lector se sienta parte del mensaje, lo cual puede facilitar la comprensión y la acción.
En resumen, la elección de la persona influye directamente en cómo se percibe el mensaje, quién lo transmite y cómo se relaciona con el lector. Por eso, es fundamental que el autor elija la persona que mejor se adapte al propósito del artículo y a las expectativas de su audiencia.
¿Para qué sirve la persona en un artículo?
La persona en un artículo sirve para definir el tono, el estilo y la relación con el lector. Su elección depende del propósito del texto y del mensaje que el autor desea transmitir. Por ejemplo, en un artículo informativo, la tercera persona ayuda a mantener la objetividad, mientras que en un artículo de opinión, la primera persona permite que el autor exprese su visión personal.
Además, la persona también puede afectar la credibilidad del autor. Un texto escrito en tercera persona puede parecer más profesional y confiable, especialmente en contextos académicos o científicos. Por otro lado, un texto en primera persona puede parecer más auténtico y accesible, lo cual puede ser ventajoso en artículos de opinión o ensayos personales.
También es importante tener en cuenta que, en ciertos contextos, el uso de la persona puede estar dictado por normas o convenciones. Por ejemplo, en publicaciones científicas, se prefiere la tercera persona para evitar sesgos y mantener un enfoque en los datos. En cambio, en artículos creativos o literarios, el uso de la primera persona puede ser una herramienta narrativa efectiva.
En resumen, la persona en un artículo no solo es una cuestión gramatical, sino una herramienta estratégica que debe usarse con intención y coherencia.
Sobre el uso del yo, tú y él en la redacción
El uso de yo, tú y él en la redacción de artículos es fundamental para estructurar el discurso y transmitir el mensaje de manera clara. El pronombre yo se utiliza en la primera persona y es ideal para artículos de opinión, donde el autor comparte su experiencia o punto de vista.
El pronombre tú, asociado con la segunda persona, se usa con menos frecuencia en artículos informativos o académicos, pero puede ser útil en textos de autoayuda, guías o manuales, ya que implica una relación directa con el lector.
Por último, el pronombre él, de la tercera persona, es el más común en artículos informativos, científicos y periodísticos. Su uso permite mantener una postura objetiva y profesional, lo cual es esencial para la credibilidad del contenido.
Cada uno de estos pronombres aporta un tono diferente al texto. La elección correcta depende del propósito del artículo y del tipo de mensaje que el autor desea comunicar al lector.
El impacto de la persona en el estilo del artículo
La persona no solo afecta la relación con el lector, sino también el estilo del artículo. En textos escritos en tercera persona, el estilo tiende a ser más formal, impersonal y objetivo. Esto es especialmente útil en artículos científicos, académicos o periodísticos, donde la información debe presentarse de manera clara y sin sesgos.
Por otro lado, los artículos escritos en primera persona suelen tener un estilo más personal, reflexivo o subjetivo. Estos textos pueden incluir anécdotas, experiencias o opiniones, lo cual puede hacer que el lector se identifique con el contenido. Sin embargo, también exige una mayor responsabilidad del autor, ya que su perspectiva puede influir en la interpretación del lector.
En el caso de los artículos en segunda persona, el estilo es más directo y conversacional. Este tipo de texto puede ser efectivo en guías, manuales o artículos motivacionales, pero puede no ser adecuado para textos informativos o académicos.
En conclusión, el estilo del artículo está estrechamente relacionado con la persona que se elige. Esta elección debe hacerse con cuidado, considerando el propósito del texto y el tipo de mensaje que se desea transmitir.
El significado de la persona en la estructura de un artículo
En la estructura de un artículo, la persona define quién está hablando o quién se está refiriendo en el texto. Esta elección no es solo gramatical, sino que también afecta la coherencia y la cohesión del contenido. Un artículo bien estructurado mantiene una persona constante a lo largo de su desarrollo, lo cual facilita la comprensión y la fluidez del texto.
Por ejemplo, si un artículo comienza en primera persona, debe mantener este enfoque a menos que se tenga una justificación para cambiar a otra persona. De lo contrario, puede generar confusión en el lector y debilitar la cohesión del texto. Lo mismo ocurre con los artículos en tercera persona: deben mantener un enfoque objetivo y profesional desde el principio hasta el final.
Además, la persona también puede influir en la jerarquía de la información. En artículos en tercera persona, la información se presenta de manera objetiva y sin sesgos, lo cual es ideal para temas que requieren un enfoque neutral. En cambio, en artículos en primera persona, el autor puede elegir qué aspectos resaltar según su perspectiva personal.
Por último, la persona también puede afectar la profundidad del análisis. Un artículo en primera persona puede explorar temas desde una perspectiva más emocional o subjetiva, mientras que un artículo en tercera persona puede ofrecer un análisis más estructurado y detallado.
¿De dónde proviene el uso de la persona en la escritura?
El uso de la persona en la escritura tiene sus raíces en la gramática y la lógica del lenguaje. Las tres personas gramaticales (primera, segunda y tercera) existen para permitir al hablante referirse a sí mismo, a quien se le habla o a quien no se menciona directamente. Esta estructura ha evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a las necesidades de la comunicación humana.
En la antigüedad, los textos literarios y filosóficos ya usaban distintas personas para transmitir ideas. Por ejemplo, los diálogos de Platón se escribían en tercera persona, pero a menudo incluían diálogos en primera o segunda persona para representar las interacciones entre personajes.
Con el tiempo, la persona se convirtió en una herramienta fundamental para la escritura académica, periodística y literaria. Cada tipo de texto desarrolló convenciones propias sobre el uso de la persona, según el propósito y el contexto. Hoy en día, estas convenciones siguen vigentes y se aplican en la redacción de artículos de manera sistemática y coherente.
La persona como criterio de clasificación en la redacción
La persona también puede usarse como un criterio para clasificar los artículos según su enfoque. Por ejemplo, los artículos de opinión suelen estar escritos en primera persona, mientras que los artículos informativos o científicos generalmente se escriben en tercera persona.
Esta clasificación permite al lector anticipar el tipo de contenido que encontrará en el artículo. Si un lector ve un artículo escrito en primera persona, puede esperar una visión subjetiva o personal. En cambio, si el artículo está escrito en tercera persona, puede esperar una presentación objetiva y profesional.
Además, esta clasificación también puede ayudar al autor a planificar su estructura y estilo. Si un autor decide escribir en primera persona, debe considerar cómo presentar sus argumentos de manera coherente y persuasiva. Si opta por la tercera persona, debe asegurarse de mantener una postura neutral y profesional a lo largo del texto.
En resumen, la persona no solo define el estilo del artículo, sino también su clasificación y propósito, lo cual puede ser útil tanto para el autor como para el lector.
¿Cómo afecta la persona en la percepción del lector?
La persona en un artículo tiene un impacto directo en cómo el lector percibe el contenido. Un texto escrito en primera persona puede generar una sensación de cercanía, confianza y autenticidad, lo cual puede facilitar la conexión emocional con el lector. Esto es especialmente efectivo en artículos de opinión, ensayos personales o columnas de autor.
Por otro lado, un texto escrito en tercera persona puede parecer más profesional y objetivo, lo cual puede ser ventajoso en artículos informativos, científicos o académicos. Este tipo de texto permite al lector centrarse en los hechos o argumentos presentados, sin sentirse influenciado por la perspectiva personal del autor.
Finalmente, el uso de la segunda persona puede hacer que el lector se sienta involucrado directamente en el mensaje. Esto puede ser útil en artículos motivacionales o de autoayuda, donde el objetivo es inspirar al lector a tomar acción.
En resumen, la persona afecta no solo el estilo, sino también la percepción del lector. Por eso, es fundamental que el autor elija la persona que mejor se adapte al propósito del artículo y a las expectativas de su audiencia.
Cómo usar la persona en un artículo y ejemplos prácticos
El uso adecuado de la persona en un artículo requiere planificación y coherencia. A continuación, se presentan algunos consejos prácticos para elegir y aplicar la persona de manera efectiva:
- Define el propósito del artículo: Si el objetivo es informar, la tercera persona es ideal. Si el objetivo es expresar una opinión personal, la primera persona puede ser más adecuada.
- Mantén la coherencia: Una vez que hayas elegido la persona, mantén esta constante a lo largo del artículo. Cambiar de persona sin una justificación clara puede generar confusión en el lector.
- Ajusta el tono según la persona: Un artículo en primera persona puede tener un tono más conversacional, mientras que uno en tercera persona puede ser más formal y profesional.
- Usa la segunda persona con moderación: Aunque puede ser útil para involucrar al lector, el uso excesivo de la segunda persona puede parecer forzado o poco natural en ciertos contextos.
Ejemplos prácticos:
- Primera persona:En mi experiencia como periodista, he visto cómo la noticia se transforma conforme avanza por los medios.
- Tercera persona:El estudio reveló que el 60% de los lectores prefieren artículos objetivos.
- Segunda persona:Tú puedes mejorar tu redacción siguiendo estos sencillos pasos.
Estos ejemplos muestran cómo la persona puede adaptarse al estilo y al propósito del artículo, mejorando la claridad y la efectividad del mensaje.
La evolución del uso de la persona en la escritura periodística
A lo largo de la historia, el uso de la persona en la escritura periodística ha evolucionado en respuesta a cambios sociales, tecnológicos y culturales. En los inicios del periodismo, los artículos se escribían principalmente en tercera persona, reflejando una postura objetiva y profesional. Sin embargo, con el tiempo, ha surgido una tendencia hacia el uso de la primera persona, especialmente en columnas de opinión y artículos de autor.
Esta evolución también se ha visto influenciada por la democratización de la información y la expansión de las redes sociales. Hoy en día, los lectores buscan contenido más personal y accesible, lo que ha llevado a una mayor aceptación del uso de la primera persona incluso en medios tradicionales.
Además, la globalización y la diversidad de públicos han llevado a que los periodistas adapten su estilo según la audiencia. Por ejemplo, en medios digitales o en blogs, es más común encontrar artículos en primera persona, mientras que en periódicos tradicionales se mantiene el uso de la tercera persona como norma.
En resumen, el uso de la persona en el periodismo no es estático, sino que evoluciona junto con las expectativas del lector y las tendencias del mercado. Esta flexibilidad permite a los periodistas ajustar su enfoque según el contexto y el propósito del artículo.
La persona como reflejo de la identidad del autor
La persona en un artículo también puede reflejar la identidad y la voz del autor. Un escritor que elija la primera persona está proyectando su propia visión, experiencia o conocimiento al lector. Esto puede generar una conexión más fuerte, especialmente si el lector se identifica con el autor o con su perspectiva.
Por otro lado, un autor que elija la tercera persona está priorizando la objetividad y la profesionalidad. Esto puede ser una forma de mantener una distancia emocional con el tema, lo cual puede ser útil en artículos que tratan sobre hechos o datos.
En artículos creativos o literarios, el uso de la primera persona puede ser una herramienta narrativa poderosa. Permite al autor mostrar sus pensamientos, sentimientos y reflexiones, lo cual puede enriquecer la narrativa y hacerla más atractiva para el lector.
En resumen, la persona no solo es una herramienta gramatical, sino también una expresión de la identidad del autor. Su elección debe hacerse con intención y coherencia, considerando el propósito del artículo y la relación deseada con el lector.
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